Más de cuatro millones de empleos dependen del comercio internacional en EEUU

Representantes comerciales de EE UU y Japón mantuvieron el jueves una ronda de conversaciones comerciales con el mismo fin que hace unas semanas lo hizo la Unión Europea, evitar aranceles a las importaciones de carros y otros productos, como ha amenazado el Gobierno de Donald Trump.

La Casa Blanca tiene una actitud beligerante con respecto al comercio internacional y de hecho se ha salido de un acuerdo comercial con la zona del Pacífico (TPP) que los japoneses quieren que se reconsidere en Washington, además de imponer aranceles comerciales a varios productos (acero, aluminio, pulpa para el papel…)

Aunque existe mucha inquietud en todo el mundo por las políticas proteccionistas estadounidenses, tanto las sanciones en represalia de otros países como el hecho de que muchos de los productos que se compran en el exterior son intermedios y se utilizan en bienes que a su vez se exportan desde EE UU, también tiene muy nerviosos a muchas empresas y trabajadores.

La Reserva Federal de St. Louis ha publicado un informe del economista Fernando Leibovici que cuenta con que aproximadamente el 25% de todos los trabajadores empleados en los sectores de agricultura, pesca, caza, minería  y manufacturas se dedican a productos que se venden en el extranjero y por lo tanto pueden estar afectados por los mayores aranceles. “Estos trabajos suman alrededor de 4.1 millones de empleados, y la mayoría de ellos en el sector de las manufacturas”.

Las personas empleadas en fabrican maquinarias y equipamientos, material de transporte, computadoras, aparatos electrónicos y equipos de óptica además de materiales básicos son los que más dificultades pueden tener por las represalias de los socios comerciales y otros aranceles.

El aumento de algunos de los precios ya se ha hecho sentir en el mayor fabricante de clavos, Mid-Continent Nail, que ha tenido que despedir a 60 trabajadores después de que subiera el precio de su materia prima (el acero de México y Canadá) por los aranceles impuestos por Trump.

Element TV, una empresa que hace televisiones en Carolina del Sur va a despedir en octubre a 126 empleados, casi toda su plantilla por el aumento del precio de los componentes que usa y que llegan importados de China. En julio la Administración Trump impuso tarifas del 25% a componentes de televisiones y videos procedentes de este país asiático.

Las represalias que tomó China están afectando a REC Silicon, una empresa noruega con dos plantas en EE UU que proveen materiales para paneles solares. Una de las fábricas en el estado de Washington, Moses Lake, ha tenido que despedir a 85 personas de alta especialización por las tarifas del 57% impuestas por EE UU en uno de los productos básicos para sus operaciones.

“Necesitamos que los Gobiernos de EE UU y China cooperen en acabar con esta disputa de comercio de productos solares para evitar mayores pérdidas de trabajo”, explicaba recientemente su presidente, Tore Torvund.

Fuente: Méxicoxport.

Anterior
Anterior

‘Se respira’ acuerdo en mesas de TLCAN

Siguiente
Siguiente

México y EU agregan nuevos temas a la agenda del TLCAN