Importancia de una correcta clasificación en A24
La ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación o mejor conocido por sus siglas la LIGIE. Es un instrumento Jurídico que nos permite establecer una nomenclatura de identificación a todas las mercancías existentes en el mundo.
Por lo tanto, el objetivo de una clasificación arancelaria se basa en saber que tipo de mercancía vas a Importar o Exportar y las especificaciones aplicables dentro del proceso, tomando en cuenta su descripción, uso o función, naturaleza, estado, composiciones químicas, entre otros datos. Por consecuente como ya se mención anteriormente la LIGIE nos permite colocar una fracción arancelaria como forma universal de identificación a cualquier mercancía plasmada a 10 dígitos incluyendo los NICOS para mayor identificación que entró en vigor a partir del 28 de diciembre de 2020 y así saber el valor correcto a calcular y declarar ante la autoridad.
También con la fracción arancelaria podrás conocer si tu mercancía paga o no Impuestos Generales a la importación (IGI) y su valor al Importar, al igual que el Impuesto al Valor Agregado (IVA), si existen cuotas compensatorias, sus reglas de origen y como aplicar de forma correcta los tratados comerciales para así evitar caer en un Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera (PAMA).
Algunas de las buenas practicas que se pudieran realizar para considerar que las clasificaciones que tienes para tus mercancías sean las correctas son las siguientes:
Tener un acercamiento con una agencia aduanal para validar la correcta clasificación de tus mercancías.
Tener las fichas técnicas de las mercancías para ayudar a la identificación de las mercancías de manera más fácil.
Tomar en cuenta informacion histórica en tu Sistema de Control de Inventarios.
Dentro del Anexo 24 es fundamental cuidar este aspecto ya que esta informacion ira plasmada en las facturas comerciales como en los Pedimentos de Importación y Exportación y se verá reflejado también en Anexo 30, por lo que si eres una empresa con certificación en IVA e IEPS tendrás que validar que no se creae una cuenta errónea a una fracción que no utilizas en tu operación o algún sobre descargo en tu Estado de Cuenta. Incluso con la entrade en vigor de los NICO es importante validar que la clasificación arancelaria de las mercancías no haya cambiado y verificar el NICO y haber actualizado de forma correcta las facturas o mercancías al día de su entrada en vigor y para efectos de informacion histórica verificar que esta informacion no haya sido afectada.
Por lo tanto, los beneficios principales de llevar una correcta clasificación arancelaria y captura en tu Sistema de Control de Inventarios son:
Pago correcto de Impuestos.
Correcta aplicación de tratados y acuerdos.
Cumplir con las restricciones y regulaciones NO arancelarias.
Cumplir con Permisos, Certificados de Origen, entre otros.
Evitar sanciones y multas por informacion inexacta.
Evitar PAMAS
Entre otros.
Por otro lado, una incorrecta clasificación arancelaria puede traer sanciones y multas por pago de impuestos omitidos, así como el embargo parcial o total de un embarque incorrectamente clasificado y las consecuencias penales. Incluso se puede llegar a un juicio para defender la fracción arancelaria a través de peritos y pruebas de laboratorio.
En caso de que la autoridad compruebe que las mercancías si están incorrectamente clasificadas, se estaría sujeto a aplicar la multa conforme al articulo 185, Fracc. ll., en correlación al articulo 184 Fracc. ll. de la Ley Aduanera, lo que implicaría a una multa de valor estimado entre los $2,010 a $2,860 por cada pedimento. Dejando en claro que, por un error en la clasificación arancelaria, se pueden omitir contribuciones, regulaciones y restricciones no arancelarias y causar diversos procedimientos como un PAMA, retención de mercancías e incluso una cancelación a la Patente Aduanal.
Es por ello se invita a validar en sus Sistemas de Control de Inventarios este capturada de forma correcta la informacion y evitar retrabajos que atrasen el flujo de la operación.
Autor:
Yamilett Olalde
Analista de Comercio Exterior